El canutillo relleno de confit de pato con puré de manzana del Bar Okela es un pintxo grande y fácil de comer.
La textura del canutillo -ni muy crujiente ni muy blanda- es agradable pero, en cuanto a sabor, yo echo de menos apreciar el pato. Está rico, por supuesto, pero lamentablemente es uno de esos pintxos que me ganan más por su imagen que por su sabor. En mi opinión, el canutillo resulta grasiento y el pan, sin tostar, es prescindible.
El Okela es uno de los bares de pintxos más emblemáticos de Bilbao. Su larga barra está siempre repleta de un amplio surtido de pintxos entre los que destacan sus diversos crepes rellenos -de redondo de ternera con salsa de yogurt picante, por ejemplo- sus contundentes tortillas, sus famosas gildas y diversos bocadillos. En el año 2012, el Bar Okela ganó el Premio a la Mejor Gilda de la agrupación BilbaoCentro y, en 2010, se alzó con el Premio a la Mejor Barra de pintxos de Bizkaia.
Lo mejor de este pintxo: su presencia y su gran tamaño.
Lo peor de este pintxo: su sabor es excesivamente suave y apenas se distinguen los protagonistas del pintxo: el pato y el puré de manzana. Es bastante grasiento.
Ingredientes: crep, puré de manzana, confit de pato, decoración de salsa de frutos del bosque y pan.
Precio: 1,90€
Ubicación:
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